La leche, una vez pasteurizada, es enviada a la tina con una temperatura adecuada y estandarizada en su totalidad, aquí se le agregan los cultivos lácteos y bacterias que, aparte de producir acidez, le dan características tanto en sabor y olor en el proceso de maduración.
Después viene el cuajo, enzima que coagula la leche, se le agrega tal cantidad que haga que coagule en un tiempo determinado. Una vez que se corta la cuajada se obtienen los granos que pasan al siguiente proceso. Este grano se calienta y se trata técnicamente para que tome la consistencia adecuada.